Esta es una de mis primeras recetas. No podía imaginar a finales de los 70 que podría escribir esta receta en un blog; en aquella época la tenía recortada de una revista de las que compraba mi madre, tipo «pronto» con el color del papel totalmente desgastado y blanquecino de tantos dobleces, cada vez que quería hacer un plum cake la desdoblaba y volvía a guardar, aunque me supiera las cantidades, me gustaba ver la fotografía y comparar el resultado final, ¿se parece al de la foto?
Hace poco aprovechando que nos ha visitado mi primo Aitor, por un curso que ha hecho aquí en Madrid, le hice algo fácil.
La receta original recurre a la mantequilla, probaré algo que le sustituya, de momento con los ingredientes clásicos:
- 200 gr. de mantequilla (temperatura ambiente)
- 225 gr. de azúcar
- 250 gr. de harina de fuerza
- 1 sobre de levadura en polvo
- 4 huevos
- 1 cucharada pequeña de vainilla
- ralladura de limón
- 150 gr. de frutas escarchadas (cerezas rojas, verdes, otras frutas…)
Bates el azúcar con la mantequilla en una batidora con varilla hasta lograr el aspecto cremoso tipo pomada, incorpora de uno en uno los huevos, hasta que no esté bien integrado cada huevo no añades el siguiente.
En esta mezcla echa la vainilla y el limón rallado batiendo un poco más antes de incorporar la harina y levadura tamizadas. Las frutas será lo último en añadir.
Hornea a 190 grados con ventilador los 15 primeros minutos, los 20 minutos siguientes puedes quitar el ventilador y bajar la temperatura a 180 grados. Los últimos 10 minutos puedes poner el ventilador de nuevo a la misma temperatura. No reduzcas el tiempo de horno, que sean unos 45 minutos. Comprueba con el típico pincho si está hecho, clavando en el centro.