Y despedimos el año con un marrón glacé casero, tenía ganas de comprobar como quedaba esta receta, es sencilla pero necesita su tiempo, así que tomatelo con paciencia.
El primer paso es cocer las castañas enteras con el típico corte en el pico para que no explote y para que le salga tanto la piel exterior como la interior. Una vez cocidas y peladas, están listas para el proceso de maceración.
ingredientes para unos 3/4 de kilo de castañas aproximadamente:
- 750 gr. de castañas crudas (cocidas y peladas se quedará en medio kilo aproximadamente)
- 400 gr. de azúcar
- 1/2 litro de agua
- 1/2 rama de vainilla natural
Primero cueces el azúcar con el agua a temperatura normal-fuerte durante unos 15 minutos con la vainilla para que suelte el aroma, reservas este almíbar.
A continuación en una sartén amplia y baja echas el almíbar y colocas las castañas ya bien limpias y sin restos llevando a cocción muy, muy lenta durante unos diez o doce minutos. Esta operación la realizarás 4 veces. Entre una y otra tienes que dejar 24-48 horas de reposo, de ahí la paciencia.
El reposo de las castañas hazlo en un tupper de cristal, cada vez que han cocido las colocas con mucho cuidado en la base y echas el almíbar con calma de forma que no le caiga directamente. Una vez enfriado a temperatura ambiente las guardas en el frigorifico hasta la siguiente vez, hasta que finalices el proceso.
Entre la tercera y cuarta cocción déjalas si puedes más días de reposo (yo las tuve más de una semana).
El último paso es sellar la castaña con un almíbar espeso que al secarse tiene que dejar la castaña glaseada; lo calientas sin las castañas, habrá espesado tras las cocciones, lo dejas que espese más, hasta que veas que a la castaña se le adhiere una capa, la envuelves en el mismo vuelta y vuelta; el aspecto final es como la sal en escama.
El marron glacé conservalo en frío y sácalo una media hora antes de servir, para que el sabor sea más intenso. No creo que repitas mucho el sacar y guardar si sois varios en casa.