Crujientes de chocolate blanco y negro

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Hace poco leí un artículo que hablaba sobre el auténtico reciclaje que llevaba una residente en New York, se comentaba la cantidad de envases y desperdicios que generamos, día a día, ¿te imaginas disminuir un 50% el número de envases y residuos de este tipo? Aunque nos parezca un tanto descabellada esta experiencia newyorquina, podemos extraer ideas, como la venta a granel, un enfoque que nos acerca un poquito más al lado del reciclaje (clicka aquí para el artículo de El País).

Al leerlo me entró la curiosidad de buscar establecimientos similares en Madrid y encontré uno cerca de casa Pepita & Grano (P&G). La filosofía de esta tienda es evitar los envases, de forma que puedes llevar tus propios tarros a la hora de retirar el género, la verdad que promete esta nueva forma de hacer la compra, sobretodo porque te hace contaminar menos. No se trata de imitar a nadie sino ser ecológicos. Os recomiendo una vuelta por este tipo de tiendas y tener un pequeño gesto con la naturaleza; hoy he ido con las fundas y sobres de papel del otro día. Los chocolates a granel de este sitio (P&G) son fabulosos tienen un aroma que no tienen nada que envidiar a las grandes marcas, la base de la receta de hoy:

  • 100 gr. de chocolate blanco (P&G)
  • 15 gr. de copos de maíz bio
  • 40 gr. de arándanos deshidratados

Colocas una olla con un poco de agua, como unos 3 dedos, a un fuego alto hasta llevar a ebullición, justo encima un bol de cristal que admita el calor. En primer lugar echas las pepitas de chocolate hasta que se vayan fundiendo, mezclas con una varilla los cereales y los arándanos y cuando esté todo bien impregnado apagas el fuego. Sin retirar el bol vas cogiendo porciones pequeñas que las dejarás en un plato sobre un papel de aluminio, dándole forma y aprovechando el chocolate que te ha quedado  de forma que compacte mejor cada crujiente.

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Para los crujientes de chocolate negro sigues los mismos pasos de antes pero con los siguientes ingredientes:

  • 90 gr. de chocolate negro (P&G)
  • 15 gr. de copos de maíz bio
  • 30 gr. de naranja deshidratada (En P&G se denomina naranja Kumquat)

Estas cantidades te dan para unos 9-10 crujientes de cada chocolate, al comprar a grosso modo el chocolate que tenía era poco, si necesitas hacer más crujientes es cuestión de aumentar las cantidades.

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Bizcocho con dulce de membrillo

bizcocho con membrillo

Bizcocho con membrillo postdepostres

En ocasiones se hace mucho dulce de membrillo y no sabes que hacer con tanto, os propongo una forma diferente para disfrutarlo de otra manera.

Es una fruta de invierno, con numerosas propiedades, digestiva y astringente; es fuente de calcio y vitaminas A, C, B1, B2 y B3 y también tiene una notable cantidad de potasio, fósforo, hierro y sodio. Entre los fitoquímicos identificados en el membrillo se encuentran los flavonoles que tienen acción antioxidante.

Destacar Puente Genil en Córdoba como uno de los principales productores de este producto que también se suele elaborar a nivel casero por su sencillez.

En esta receta aconsejo batidora, ingredientes:

  • 4 huevos
  • 150 gr. de azúcar
  • 175 gr. de membrillo
  • 150 ml. de nata de almendras vegetal (bio)
  • 175 gr. de harina
  • 5-6 gr. de levadura en polvo

Separa las claras y las montas a un punto de nieve medio-alto con la batidora añadiendo algo más de la mitad del azúcar (100 gr).

Reserva las yemas que bates con el azúcar restante, incorporas el membrillo en trozos y la nata de almendra, continuas batiendo con la batidora, cuando tenga un aspecto cremoso, lo incorporas a las claras batidas.

Para finalizar vas incorporando la harina previamente mezclada con la levadura, poco a poco hasta lograr una masa espesa que se maneja bien con una espátula. Para finalizar lo echas al molde, en este caso es uno de silicona de unos 15×35 cm aproximadamente.

Hornea tu bizcocho a 170 grados unos 45-50 minutos. Comprueba como siempre con un pincho metálico en el centro del bizcocho, tus dedos tienen que quedar limpios al pasar el pincho entre ellos.

Cañas rellenas

 

Las cañas es un postre muy característico de zonas rurales, menos habitual verlo en una pastelería de ciudad, depende la zona. La receta original es de la zona sur de Orense, el cambio que he hecho es la crema de almendras que sustituye una parte del vino.

Estas cañas llevan lo siguiente

  • 160 ml. de aceite de girasol
  • 2 cortezas de limón
  • 120 ml. de vino blanco
  • 2 cucharadas de crema de almendras
  • un pellizco de sal
  • 500 gr. de harina
  • Anís para aromatizar el aceite para freir

Los dos primeros ingredientes se calientan hasta alcanzar cierta temperatura, se trata de que el aceite coja el sabor del limón, mejor a fuego bajo, a continuación echas el aceite en un bol quitando las cortezas de limón, añades el vino blanco, la sal y, poco a poco la harina, sigues trabajando la masa y añades la crema de almendras. Cuando la masa está manejable conviene trabajarla muy bien en una superficie.

A continuación haz tiras finas no más gruesas de 2 mm de espesor. Según las expertas la masa está lista al coger una porción, hacer una bola que la vas estirando y  frotando entre las manos hasta conseguir una especie de tira redondeada y alargada, si esa tira se desliza con facilidad entre tus dedos es que tiene el punto adecuado, es uno de los secretos de esta receta.

La masa la divides en 8 porciones para organizarte, la estiras con un rodillo o con una maquina de hacer pasta, que es lo que yo he utilizado, esto te da uniformidad al grosor, de cada porción te saldrán unas 4 cañas aproximadamente. Las tiras de unos 30 x 2 cm las colocas desde el extremo más estrecho hasta la zona ancha del molde metálico, con cuidado de no superar la zona ancha del molde.

Antes de freírlas calienta el aceite un par de minutos con una bola metálica de las de hacer té con semillas de anís, para que  el aceite coja su aroma. Al freírlas, las cañas se desmoldarán, sácalas con cuidado de la sartén para que no se rompan antes de pasarlas por el azúcar. ¡Están tan ricas que incluso sin relleno se comen estupendamente!

En este caso se han rellenado con:

Crema pastelera, con 250 ml. de leche, 2 yemas de huevo, unos 50 gramos de harina, unas 2-3 cucharadas de azúcar y una hoja y media de gelatina. Se calienta a fuego lento la leche con una vainilla y corteza de limón; por separado se mezcla bien el azúcar y la harina, se deshacen los grumos y se añaden las yemas, esto se volcará lentamente en el cazo de la leche junto con la gelatina hasta que espese.

Crema de chocolate, se realiza del mismo modo que la crema pastelera, sólo con la leche, unos 75 gramos de chocolate y una hoja y media de gelatina.

Nata o crema vegetal, se sube con un poco de azúcar con una batidora con la varilla hasta alcanzar un espesor consistente.

Galletas de arroz y canela

Una de mis galletas preferidas son las de limón, en base a esas he sacado esta otra receta, de canela y arroz, ahora no sabría cual elegir primero. Estas galletas no llevan huevo, leche ni mantequilla, totalmente veganas. Ingredientes:

  • 200 gr. de azúcar
  • 150 gr. de margarina vegetal bio (de aceite de oliva, puede ser adecuada)
  • 200 ml de crema de arroz bio (nata vegetal)
  • 150 gr. de harina de arroz
  • 170 gr. de harina de fuerza
  • Ralladura de 1/2 limón
  • 2 cucharadas de zumo de limón
  • 5 gr. de levadura en polvo

Para envolver las galletas:

  • Azúcar blanco molido (media taza aproximadamente)
  • 1 cucharada pequeña de canela molida por cada media taza

Sigue el orden del listado, en primer lugar  separas el azúcar en dos partes, una la bates con  la margarina hasta que obtengas una base cremosa y la reservas; la otra parte del azúcar la bates con la crema de arroz y le añades la ralladura del medio limón, en ambos casos mejor con una batidora con varilla. Donde tienes la margarina bio incorporas la crema de arroz  y continuas batiendo a una velocidad más rápida un par de minutos, sin parar incorporas el zumo de limón y tendrás lista tu masa base.

Para finalizar mezclas las dos clases de harina con la levadura que irás incorporando poco a poco a la masa base. Si tienes la jarra que espolvorea harina mejor. Continuas con movimientos envolventes con una espátula hasta finalizar toda la harina. El resultado final es una masa consistente y pegajosa, para darles forma utilizarás el azúcar molido bien mezclado con la canela del siguiente modo: coges porciones del tamaño de una nuez o un poco más con una cuchara como en la fotografía, lo echas al bol del azúcar y canela y le das forma como si fuera una croqueta, envolviéndola completamente.

Ahora ya puedes coger la galleta con forma de bola aún, aplastarla un poco y colocarla en la bandeja del horno, a continuación con un cortador redondo lo colocas sobre la galleta como en la imagen haciendo círculos muy rápidos sin separar el cortador de la bandeja, esto te da la forma redonda, la aplastas un poco o directamente las dejas así.

Antes de meterlas en el horno déjalas reposar en la bandeja unos 45 minutos. Acuérdate de dejar unos 2-3 cm entre galletas ya que de un diámetro de 6 cm aumentan a 9 con la cocción aproximadamente. Hornea a 190 grados unos 12 minutos.  Al sacarlas de la bandeja ponlas en una rejilla hasta que se enfríen, esto evita que se peguen.