Cuando mi amigo Valen viene a casa a cenar o tomar algo, como vea alguna salsa blanca, casi siempre me pregunta: ¿lleva nata? No, no lleva, acuérdate que no la uso.
La nata es un producto con mucha materia grasa y de origen animal, ¿por qué no hacer las cosas con otros productos más sanos y naturales? Hoy me ha sorprendido darme una vuelta por la red y ver que algunos blogs de cocina hablan y recomiendan la nata en sus platos, que si fresca es mejor, que con más materia grasa es preferible porque las lights tienen productos añadidos y varios emulgentes,… enfin que no me convencen, y encima firmados por personas especializadas en nutrición.
No vamos a usar dicho producto, por eso este helado no lleva nata y es sin huevo.
Que ingredientes lleva:
- 200 ml de leche de avena
- 200 ml de leche semidesnatada (podéis sustituirla por otra que os parezca más adecuada)
- 100 gr de queso fresco (hay ecológicos muy buenos)
- 70 gr de algarroba en polvo
- 100 gr de azúcar (si preferís que resulte más dulce, 120 gramos)
- 70 gr. de nueces peladas
Para hacer los helados yo uso una heladera sencilla que tiene una cubitera que va en el congelador unas 48 horas antes, mejor ese tiempo porque te arriesgas a que el helado no engorde.
Mezclas la leche con el azúcar y la algarroba con la batidora, a continuación añades el queso fresco y lo bates a una velocidad muy baja o manualmente. Una vez que tienes todos los ingredientes ligados, ten preparado el recipiente de la heladera, motor y aspa y nada más echarlos, pon en marcha tu heladera. Las nueces peladas, una vez troceadas las puedes ir echando por la apertura de la heladera con el motor en funcionamiento.
Una vez que tu helado ha engordado ya lo puedes meter en un recipiente para dejarlo en el congelador, para servir conviene sacarlo un tiempo antes si quieres hacer la típica bola de helado.