Tarta fría de algarroba

Los postres fríos, propios del verano, son más rápidos y económicos al no llevar horno. Cuando me refiero a postres fríos son los hechos a base de galleta o frutos secos muy triturados con aceite de coco virgen, queso fresco, productos de soja, mermelada o yogures.

La forma de hacerlos es muy similar, independientemente del ingrediente, lo más importante es un buen frigorífico, será tu aliado en este postre.

Veamos los ingredientes para un molde pequeño, (capacidad de 400 ml). Si tu molde es más grande tendrás que duplicar las cantidades, ya que conviene que quede prácticamente al ras del borde:

  • 80 gramos de galletas maría integral (también puede ser una tipo maría normal)
  • 45 gramos de aceite de coco virgen
  • 30 gramos de algarroba
  • 75 gramos de queso fresco biológico
  • 90 gramos de conserva (mermelada) de ciruela roja (ver receta de este blog)
  • 4 cucharadas de bebida de avena (o de leche)
  • 2 magdalenas

En primer lugar introduces las galletas en la picadora o el accesorio de la batidora hasta dejarlas tipo pan rallado.

En un bol echas unos 50 gramos de las galletas trituradas, con el aceite de coco virgen (liquido o untuoso) y la algarroba hasta logra una pasta, quedará de color oscuro y bastante manejable. Eliges tu molde de silicona (si es metálico o de porcelana conviene forrarlo con papel de cocina previamente); echas tu mezcla aplastándola con un tenedor, presionas dejando una capa no muy gruesa que no supere un centímetro de grosor.

En otro bol mezclas bien el resto de las galletas trituradas (unos 30 gramos aproximadamente), el queso fresco y la mermelada, lo incorporas en segundo lugar, encima de la base de algarroba, lo extiendes por igual.

Cortas las 2 magdalenas en rodajas de un centímetro aproximadamente y las colocas sobre la segunda capa, será la tercera y última capa. Cubres toda la superficie totalmente y ya tienes lista tu tarta de algarroba. La introduces en el congelador durante unas 2 horas aproximadamente.

Para desmoldar echas un dedo de agua muy caliente en un recipiente, colocas tu molde recién sacado del congelador en el recipiente durante 2-3 minutos para que el calor del agua ayude a desprender tu tarta del molde, lo giras sobre tu bandeja o plato hasta que se despegue.

 

Pudin de nata de almendras

Hace tiempo que experimenté una receta típica muy anglosajona, el pudin, en mi época de estudiante si tenía algún compromiso culinario este postre se llevaba la palma, te costaba muy poco, y cuando uno es estudiante siempre anda justito. Los ingredientes en esta ocasión varían para tener un toque más natural. Este pudín no lleva leche por lo que es apto para personas que no digieren la lactosa.

He calculado los costes para los más escépticos y aquellas personas que creáis que algo hecho a base de productos naturales puede ser muy caro; tendrás tu pudín por 4,25 € (los precios son de un supermercado y tiendas de productos naturales on line, figuran al lado de los ingredientes). La nata de almendras y los huevos ecológicos es lo que más sube el precio final, si los sustituyes por otros productos rebajas considerablemente el coste final, sin alcanzar los 3 €, ¡ahora entiendo por qué recurría a este postre tantas veces!

Bien después de este pequeño análisis de mercado, veamos los ingredientes y el coste

  • 4 huevos ecológicos (1,67 €)
  • 200 ml de nata de almendras (es un preparado vegetal a base de almendra sin ingredientes de origen animal, lo mejor la materia grasa: un 8% – 1,55 €)
  • 100 ml. de bebida de avena (0,14 €)
  • 90 gramos de azúcar de caña ecológico (0,25 €)
  • 175 gramos de azúcar blanco (0,16 €)
  • 1 rama de canela (0,20 €)
  • 50-60 gramos de pan duro
  • 40 gramos de pasas (0,29 €)

En un cazo con 2-3 cucharadas de agua echas el azúcar blanco para hacer el almibar, se trata de ir revolviendo y cogiendo color hasta obtener un caramelo no muy oscuro para cubrir el molde. En caliente lo echas a tu flanera y lo extiendes bien antes de que se enfríe, por todos los lados. En ese mismo cazo echas la bebida de avena y la canela a un fuego bajo unos 5-6 minutos para extraer el aroma a la canela. Apagas el fuego.

El pan lo cortas en rodajas finas y lo troceas, lo incorporas a la bebida de avena que has calentado.

Bates en un vaso de batidora la nata de almendras con el azúcar de caña y los huevos, a continuación lo echas en un bol. En el mismo incorporas el pan remojado en la bebida de avena junto con la rama de canela, ya tienes listo tu pudín para introducirlo en tu flanera, que ya lleva el caramelo endurecido. Antes de hornear incorporas las pasas.

Para hornear echas 2 dedos de agua en la bandeja del horno a 180 grados, no coloques la flanera o recipiente en la misma hasta que el horno y el agua hayan cogido la temperatura adecuada. Mantén tu pudín unos 40-45 minutos a 180 grados.

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Elaboración propia bpp

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Elaboración propia bpp

 

 

 

 

Helado de yema sin lactosa

Mario, mi pareja, me preguntó que iba a hacer con tanta yema sobrante de la bica blanca; la verdad que algo haría porque como en otras casas, aquí no se tira nada; ¿por qué no haces un helado? – me dijo- ¿un helado? Pensé, y de qué… Aunque, si tenía razón que en esta época del verano, son fantásticos. ¿Quién se resiste a pasar de largo de un buen helado? Mmmm ¡qué buenos!

Así que gracias a él surgió este helado sin lactosa, a base de yema y bebida de avena. Apto para personas que no toleran los productos lácteos.

elaboración propia bpp

Elaboración propia bpp

Ingredientes

  • 6-7 yemas
  • 400 ml. de bebida de avena
  • 110 gramos de azúcar de caña ecológico
  • 1 rama de canela
  • 1 corteza de limón
  • 30 gramos de piñones

Pones los piñones a tostar mientras haces el resto, pocos minutos.

En un cazo a fuego bajo pones la bebida de avena, la canela, corteza de limón y la mitad del azúcar de caña, la otra mitad la mezclas con las yemas en un bol; bates unos 5 minutos.

Cuando coja temperatura la bebida de avena, vas incorporando las yemas batidas poco a poco y sin dejar de dar vueltas, no subas el fuego; las yemas espesan la bebida de avena, sigues revolviendo y cuando hayan pasado unos minutos, el calor hace que todos los ingredientes estén bien mezclados. El secreto no llegar a hervir.

Si al echar a otro recipiente la mezcla observas que se han formado ligeros filamentos no te preocupes es normal, es de la yema, lo pasas por un colador no muy fino y te queda una mezcla algo espesa perfecta lista para pasar a la heladera. Espera a que enfrie antes de poner en marcha la heladera con tu helado de yema. No te olvides de los piñones.